Aquello que Freud nos enseña
“Nunca estamos menos protegidos contra las desgracias que cuando amamos, nunca más desdichados y desvalidos que cuando hemos perdido el objeto de amor”:
Cada vez son más frecuentes los casos de parejas que consultan por:
- Dependencia extremada en el vínculo.
- Desconfianza y celos patológicos.
- Violencia verbal, psicológica y/o física.
- Desborde y desgaste del vínculo.
¿A qué llamamos “amor” en el vínculo amoroso?
¿Cómo distinguirlo de la “relación pasional»?
Una relación de amor supone alojar a otro/a en un vínculo, aceptando y confirmando su diferencia.
Las relaciones pasionales, en cambio, establecen una asimetría (desigualdad) en el vínculo. Existe un intento de dominio sobre el compañero/a sentimental, un fuerte rechazo a la intimidad y al reconocimiento del otro de la pareja.
¿Por qué se configuran “relaciones pasionales”?
El ser humano es un ser pulsional. La pulsión -a diferencia del instinto- no tiene un objeto de satisfacción predeterminado, sino que siempre es parcial y sustituible. Ningún objeto satisface totalmente. Y cuando el partenaire queda tomado como un entero, totalizado, se construyen relaciones pasionales. El sujeto tiene la firma creencia de que no puede perder al otro, queda alienado a suposiciones tales como: “Lo/a necesito para vivir”, “De él o ella depende mi existencia”.
¿Cuál es el lugar del analista ante la consulta de parejas cuya relación es pasional?
El psicoanalista se propondrá en una función: ser un tercero de apelación, que legalice el vínculo. Esto quiere decir, que introduzca la función de la Ley: el “no todo se puede”. Cada uno/a es una subjetividad diferente, que se debe escuchar con debido cuidado y respeto.
En la terapia de pareja nos abstendremos de:
- Tomar partido por alguna de las partes.
- Proponer un “modelo de funcionamiento ideal” para la pareja.
- Intentar perpetuar el vínculo y evitar la separación (si la pareja así lo desea).
¿Qué se propone la terapia de pareja?
- Ofrecer una salida a la encerrona trágica, en donde cada uno de los sujetos -a su manera- se encuentra capturado.
- Hacer una lectura de los hechos que ocurren entre los sujetos, apuntando a las fantasmáticas (fantasías) de cada uno de ellos, configuradas en los tiempos de la niñez y la adolescencia.
- Asimismo, revisar los modelos socioculturales de crianza de cada miembro de la pareja, que en la mayoría de los casos operan como mandatos no interrogados.
- La promoción del diálogo entre los miembros de la pareja (en contraposición a los monólogos).
- La posibilidad de que la pareja pueda tomar sus propias decisiones con más recursos y herramientas psíquicas.