Pautas generales para hablar con los niños sobre el COVID-19:
1) Hablarles en forma calma y tranquilizarlos. Es conveniente primero preguntarle qué saben sobre lo que está ocurriendo porque ellos ya cuentan con información. Seguramente nos han escuchado o visto algo en los noticieros. Por eso el modo en que les hablamos es importante dado que reaccionan y analizan, tanto nuestras palabras como la forma en que se las decimos. Así se les brinda un marco para esta nueva situación con información adecuada mitigando la angustia y ansiedad.
2) Asegurarles que estamos disponibles para escuchar y hablar. Así se podrán disipar los temores sobre la enfermedad hacia ellos o los familiares.
3) Durante la conversación evitar un lenguaje que pueda estigmatizar.
4) Proveer información comprensible para la edad. Comunicarles que los biólogos y los médicos están investigando y tratando a los afectados en los hospitales.
5) Compartir y enseñar a los niños las acciones preventivas recomendadas: lavarse las manos con jabón, durante 20 segundos, estornudar en el codo, estar a distancia de otros de 1,5 a 2metros.
1) En estos días pueden aparecer manifestaciones:
-En los niños más pequeños de: tristeza, mayor irritabilidad, rabietas, quejas, cambio en los patrones de sueño, dolor de panza o de cabeza.
-A partir de los 6 años de edad, lo mencionado anteriormente y también pueden aparecer conductas más desafiantes que lo habitual.
-Púberes y adolescentes se le sume minimización de los riesgos o de las conductas de prevención.
Estas manifestaciones muestran un desplazamiento de los temores y angustias, por lo que es importante recordar y recordarles que estamos en un período transitorio que requiere de cuidados específicos pero que ya se volverá a las actividades cotidianas.
Actividades posibles durante el período de cuarentena:
La suspensión de las actividades escolares y laborales sumado a la directiva de quedarse en casa ha cambiado toda la rutina familiar y personal. Por eso es conveniente:
1) Reelaborar una nueva rutina en la que se incluya tiempo para realizar las tareas escolares, tiempo de juego, de descanso y de actividad física.
2) Dicha rutina es un modo de nueva organización, debe ser flexible de acuerdo con lo que vaya apareciendo dentro de la familia.
3) Incorporar videollamadas con la familia y amigos para que los niños participen y se mantengan los lazos sociales.
4) Incluir tiempo familiar y tiempo personal para los adultos, inclusive organizar turnos para estar con los niños. No es necesario ni conveniente realizar todas las actividades todos los integrantes de la familia.
Se trata en estos días de posibilitar un modo que respete las diferencias dentro del grupo familiar en la colaboración y el respeto por las edades y los tiempos de cada uno.
«No existen las distancias cuando se tiene un motivo», Jane Austen.
Cuidémonos en estos días y venceremos las distancias.
Autora: Lic. Mirta Petrollini
Psicoanalista. Lic. en Psicología (UBA) y Maestría en Psicoanálisis (UBA). Docente y supervisora del Posgrado en Psicoanálisis con Práctica Clínica en Niños y Adolescentes en la Institución Fernando Ulloa. Supervisora en el equipo de Niños y Adolescentes en el Hospital Ramos Mejía. Docente invitada en el Curso anual de posgrado de Niños y adolescentes en el Hospital Ramos Mejía. Brinda atención presencial y virtual en su Consultorio Particular a niños, adolescentes y adultos. Contacto: mirtapetrollini@hotmail.com