La fobia
La primera diferenciación que hay que hacer para acercarse a la problemática de la fobia es distinguirla del miedo.
El miedo es una emoción intensa y primaria, que se caracteriza por ser una reacción defensiva ante un peligro real y concreto. Se sitúa en el plano de la realidad material.
En cambio, la fobia refiere a un mecanismo psíquico por el cual el sujeto experimenta un terror interno, que se desplaza y se deposita en un objeto o situación que deberá, a partir de allí, ser evitada constantemente.
La investigación clínica psicoanalítica descubre que aquello que está como telón de fondo de la fobia, y que la conciencia no percibe, es una intensa angustia.
Esta angustia potente es transformada por el aparato psíquico en terror hacia un objeto o situación.
De esta manera, el psiquismo se defiende de ser devastado y arrasado por dicha angustia.
Es una defensa muy costosa que el sujeto experimenta con mucho sufrimiento y malestar, al tiempo que le produce una limitación importante en su vivir cotidiano.
Es muy importante realizar una consulta psicoterapéutica a tiempo, ya que deberemos evitar que la fobia se instale y se perpetúe, porque el sujeto, además de sufrir demasiado, se hace propenso a adquirir nuevas fobias asociadas a la original.
Si esto es lo que ocurre, se le irán cerrando cada vez más espacios, el sujeto tenderá a aislarse para evitar las diferentes situaciones que se le han transformado en amenazantes y angustiantes.
El tratamiento psicoterapéutico es muy eficaz, porque a través de las palabras asociados por el sujeto y el acompañamiento que proporciona el terapeuta, se tendrá la oportunidad de descubrir qué es lo que verdaderamente encubre el objeto y/o situación temida.
Lo que oculta es, así lo venimos afirmando, una angustia desmesurada e intensa, relacionada con fantasías inconcientes que, como tales, no tienen acceso a la conciencia del sujeto.
La fobia que el psiquismo, inconcientemente, fabrica, lo defiende a costa de tanto sufrimiento, de una gran angustia, enlazada a un encierro edípico, familiar, desplazado hacia un objeto y/o situación. Reiteramos, el sujeto no tiene dicha fantasía al alcance de su conciencia.
La psicoterapia logrará liberarlo de esta cárcel que es la fobia, que lo aparta de vivir la cotidianeidad con la calma necesaria para lograr algún disfrute de la vida.
Autora: Miriam Mazover
Psicoanalista. Fundadora y Directora Académica de la Institución Fernando Ulloa. Más de 34 años de reconocida trayectoria en el psicoanálisis comunitario. Es autora de numerosos artículos sobre psicoanálisis publicados en revistas especializadas y medios de comunicación. Junto a la Editorial Letra Viva promovió como Directora de Colección la escritura y la confección de múltiples libros. Fue postulada por el Ministerio de Salud de la Nación, en el año 2006, al Premio Nacional “Mujeres Destacadas de la Salud”.