Síntomas
El ataque de pánico se presenta con múltiples síntomas corporales, que aparecen de manera abrupta en el sujeto siendo absolutamente desconcertantes. Pueden ser fuerte sensación de asfixia, opresión en el pecho, sensación de irrealidad o de muerte, palpitaciones, nerviosismo y sudoraciones, entre otros. La persona entra en un estado de angustia avasallante.
Los ataques de pánico implican un alto costo subjetivo para quienes los sufren, ya que ven alterado completamente su ritmo de vida: a veces no pueden salir de su casa, evitan las reuniones sociales, quedan abatidos, asustados e inmovilizados.
Es muy importante realizar una consulta psicológica porque estos desórdenes físicos, tan invalidantes para la vida, tienen un origen psíquico.
¿Qué son las crisis de pánico?
El ataque de pánico nos habla, en primer lugar, del sufrimiento y angustia de quien lo padece.
Detrás de los síntomas circula una trama de dolor, sufrimiento o sobreexigencias, no reconocidas conscientemente por la persona, que llevan a la explosión del pánico. También, en muchos casos, el desencadenamiento de la crisis de pánico está relacionado con la muerte de un familiar cercano que ha sido un sostén subjetivo fundamental para la persona.
Es necesario preguntarse por qué la angustia inunda al sujeto y golpea al yo del individuo de un modo masivo, sin manifestación previa de señales de angustia. La escucha atenta del profesional de los posibles detonantes de la crisis, es la herramienta fundamental para encontrar los motivos y conflictos subjetivos causantes del ataque de pánico. Develar esta trama subjetiva es una tarea esencial en el tratamiento psicoanalítico.
Esta elaboración de los conflictos psíquicos, así como la reflexión sobre los motivos que llevaron al estado de angustia, es clave para el alivio de la problemática del ataque de pánico. A partir de este trabajo en un tratamiento psicológico, se producirá la cura de la sintomatología y disminución de la angustia, pudiendo recuperar una vida activa orientada por los deseos del sujeto.
Autora: Irene Gil
Miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires (EFBA). Docente de Postgrado en Institución Fernando Ulloa. Supervisora clínica de niños y adultos. Psicoanalista de niños y adultos. Contacto: irenebgil@hotmail.com