¿Por qué es necesario que al Padre se lo festeje, se lo conmemore, eligiendo para ello un día especial, si padre se es todos los días? ¿Es la cultura que lo impone? ¿O es el capitalismo que inventa un día comercial dónde las personas quedan reducidas, obligadas a consumir y a festejar?
Los seres humanos tenemos la condición de ser parlantes, es decir, que el lenguaje y la palabra nos diferencian esencialmente del reino animal. Somos primordialmente seres que hablamos, siendo el lenguaje la base de todo lo simbólico del género humano.
La evolución humana ha transcurrido en millones de años. Hubo un comienzo en donde se inició la diferenciación con otras especies, y fue cuando el homo-sapiens logró formar representaciones de acontecimientos que trascienden el tiempo en el cual ellos sucedieron, por este motivo pueden continuar existiendo a través de sus simbolismos.
Por lo tanto, los actos de representar, significar, conmemorar y festejar son inherentes a nuestra estructura psíquica, más allá de los momentos culturales o ideológicos que imperen en un tiempo determinado.
En tal sentido creemos que elegir un día para conmemorar al padre refuerza la importancia y el sentido de la figura paterna.
¿Qué es un Padre?
Para el psicoanálisis el padre es el eje principal de la estructura del sujeto, porque es operador de una función fundante: lograr que el niño se inserte en el baño del lenguaje. Y si esto es posible es porque el padre, si cumple su función, hace un corte totalmente necesario, entre el niño y la madre, lo cual promueve la creación de un vacío, de una falta, que le posibilita al niño, nada más ni nada menos, poder hablar y tener su propio deseo. Cabe destacar que la función del padre va más allá de quien resulte ser la figura que la porte y la transmita (no siempre es el padre biológico).
Si como recién mencionáramos, un padre no queda reducido a su condición biológica, entenderemos por qué su función es netamente estructurante del psiquismo del niño.
Deberemos entender que el padre habita en nosotros como origen, como principio, como célula, como parte de nuestra condición hablante y que orienta no sólo lo que decidimos hacer con nuestra existencia, sino también aquello que podemos lograr más allá de nuestro padre, habiéndonos previamente servido de su función.
Recordemos, conmemoremos y festejemos a quien portó en nuestras vidas ese lugar de privilegio y llamémoslo Padre.
Este escrito son reflexiones en base al texto de Javier Díaz
Javier Díaz Psicólogo y Psicoanalista, con 25 años de experiencia clínica. Docente del Posgrado de Niños y Adolescentes en la Institución Fernando Ulloa. Miembro de la Escuela Freudiana de Buenos Aires (EFBA), donde dicta múltiples seminarios. Cuenta con diversos escritos publicados en la EFBA. También se desempeña en atención clínica para niños, adolescentes y adultos. Contacto: lic_javierdiaz@yahoo.com.ar