Reseña por Miriam Mazover
El día 31 de octubre del 2017 tuvo lugar la conferencia titulada “Inhibición, síntoma y angustia: Posibles equivocaciones clínicas”, a cargo del prestigioso psicoanalista Enrique Millán.
Con solvencia teórica y testimonios de su práctica clínica el expositor recorrió la temática acerca del concepto de equivocación de J. Lacan y lo articulo con el texto freudiano “Inhibición, síntoma y angustia”.
El eje central de la disertación fue acerca de las posibles y frecuentes equivocaciones del psicoanalista. En principio en torno a la angustia cuando a ésta se la confunde con un síntoma.
“La angustia no es un síntoma que se pueda curar, es estructural del sujeto neurótico”, afirma Millán.
Es una señal que avisa que el sujeto enfrenta una situación que está en contra de su deseo.
La angustia le pone limite al goce, entendido como el intento de obturar la falta. Entonces si la angustia aparece le será posible al sujeto relanzar el deseo. El deseo siempre alude a la falta, a castración.
Asimismo, la angustia se manifiesta cuando el sujeto esta por producir un acto. Percibirse deseante produce angustia.
Como analista será importante soportar la angustia del paciente sin intentar callarla y poder pensar el punto en donde la falta está faltando.
En el caso de la inhibición diremos que el movimiento del deseo que antecede al acto está impedido.
En principio porque el narcisismo del sujeto hace obstáculo, pero también ocurre que situaciones que le han ocurrido en otro momento al sujeto (ejemplo infancia, adolescencia) que en su momento fueron sintomáticas se retienen en la actualidad, se conservan, impidiendo el acto.
La inhibición, decimos en consecuencia, es el síntoma puesto en el museo.
Con respecto al síntoma el trabajo del analista será por la vía del significante, del objeto y también se abrirá el camino para el sujeto sepa hacer con el síntoma, con ese resto que no puede caer, aún recorriendo las vías mencionadas.
Excelente exposición. ¡¡Felicitaciones!!