Reseña por Miriam Mazover.
El martes 5 de septiembre 2017 tuvo lugar la Conferencia titulada “De la angustia a la inquietud del deseo” a cargo del destacado psicoanalista Eduardo Said.
El disertante planteó que en la actualidad existe un intento de sofocar la angustia a través de fármacos, los denominados ansiolíticos.
En la exposición puso en primer plano que el psicoanálisis y la ética son indisolubles.
Desde esta perspectiva afirmo que el psicoanalista, a través de la interconsulta psiquiátrica puede incluir un fármaco en un tramo de un análisis sólo si el paciente atraviesa por una crisis de angustia severa que le impide desplegar su palabra.
La angustia tiene una función muy importante de la que la Freud nos advierte a lo largo de su obra, como producto de la escisión subjetiva que nos habita a los seres humanos.
“La angustia señal produce el síntoma, el cual funciona como un reparo, un resguardo, una barrera frente al abismo que podría producirse en el sujeto si la angustia se presentara en forma masiva”, afirma Said.
La división subjetiva pondrá de manifiesto que hay falta, carencia de significante de simbólico y de imaginario para cubrir todo el espectro humano. La eficacia de la falta recién referida es la de permitir el movimiento deseante.
Por este motivo la angustia que presentifica la falta tiene una capacidad transformadora para el sujeto.
El intento que esta falta no se ponga en juego es lo que produce la inhibición y síntoma.
En la conceptualización de Lacan: el impedimento, el embarazo, la turbación.
“Franquear la barrera de la angustia es la condición que se necesita para que el sujeto asuma el compromiso de su deseo”, afirma el expositor.
El deseo provocará siempre inquietud subjetiva, es el que permite “arrancarle a la angustia su certeza”, nos dice el disertante.
El deseo tiene para el psicoanálisis una ética: se tratará de que el sujeto reconozca su propio deseo, que no es lo mismo que vivir con el “deseo” de ser permanentemente reconocido.
El deseo se sostiene, siempre, en relación a la falta, afirma Said.
Por este motivo el deseo le permitirá al sujeto crear y vivir su vida en una posición menos padeciente, sin que eso implique el borramiento de las penas que atraviesan cualquier existencia.
¡¡¡Excelente exposición!!! Felicitaciones