Reseña por Miriam Mazover
El día martes 13/6 tuvo lugar la Conferencia titulada “Pánico: concepto del psicoanálisis” a cargo del destacado psicoanalista Víctor Iunger.
El disertante comenzó su exposición haciendo una diferencia entre angustia, ansiedad y pánico.
La angustia se le presenta al sujeto sin que él pueda representarse psíquicamente el objeto que está en juego.
La ansiedad se caracteriza por un estado de inquietud e incomodidad que provoca en el sujeto la necesidad de resolver algo en forma rápida. Está en juego entonces, una dimensión temporal.
El pánico, que fue el eje central de la disertación, tiene como principal característica la vivencia de un terror inmotivado. En tal sentido, el sujeto vive la experiencia del pánico en forma traumática. El aparato psíquico no puede procesar ni ligar aquello que al sujeto le está sucediendo.
El disertante aclara que en la mayoría de los casos el pánico se presenta acompañado de síntomas somáticos, equivalentes a lo que Freud situara en las neurosis de angustia (palpitaciones, sudoración, ahogo, etc).
Por tal motivo, muchas veces erróneamente se homologa el pánico con un estado de angustia extrema. Sin embargo, podemos afirmar que el pánico tiene una entidad que le es propia, y que lo diferencia de la angustia. Aparece sin que el sujeto tenga una señal anticipatoria, es disruptivo.
Lo dicho anteriormente provoca que el sujeto se sienta incapaz de sostener su cuerpo y la vivencia de lo que está experimentando. El episodio de pánico tiene una duración que oscila entre los 15 y 30 minutos.
“En general el sujeto acude a una guardia médica porque lo que siente es que se va a morir, en tanto el pánico produce una catástrofe psíquica” afirma Víctor Iunger.
El disertante plantea que aquello que causa el pánico es un colapso de la función del Nombre del padre, que es aquella que nos permite tener parámetros para organizar nuestra experiencia, nuestra realidad.
El expositor afirma que en la mayoría de los sujetos que pasan por este estado, en la propia realidad de sus vidas, han perdido al padre o a la figura que ocupa esa función, y no solamente esto, sino que a la muerte real del padre se enlaza una degradación de su figura.
Iunger puntualizó dos textos en donde Freud sitúa lo que da a denominar panik, y estos son “Psicología de las masas y análisis del yo” y “El fetichismo”. En el primer texto mencionado, el creador del psicoanálisis menciona un terror inmotivado, ligado a la ruptura de los lazos con el líder o jefe de la masa.
En tanto el pánico implica para el sujeto un sufrimiento agudo, en muchos casos debe ser ayudado por una medicación. “Lo importante es que esa medicación le permita seguir hablando, es decir que no le tape la boca al sujeto”, afirma Iunger.
Asimismo, el disertante subrayó la eficacia del psicoanálisis en esta problemática, tanto como lo es la consulta temprana del sujeto que haya atravesado un episodio de pánico. “Es importante que el pánico no se haga crónico, el cuadro de esta forma se irá agravando y el sujeto quedará cada vez más aislado del lazo social”.
Excelente disertación. ¡¡¡Felicitaciones!!!