Reseña por Miriam Mazover
El día martes 10/4 tuvo lugar la Conferencia “Yo, Ego, Sí mismo, consecuencias clínicas” a cargo del prestigioso psicoanalista Isidoro Vegh.
Con claridad expositiva y elocuente solvencia el expositor situó en su disertación la posición tomado por la Ego –Psychology al momento de leer textos de la obra freudiana y se explayó acerca de distinciones que Lacan introdujera, fundamentales para la práctica clínica del psicoanálisis.
La Ego –Psychology desvirtuó, nos dice Vegh, el principal descubrimiento freudiano que es el del inconsciente ya que pone en primer plano la existencia de un Yo libre de conflictos: “una razón consciente que sabe los pasos que da”.
Sin desmentir a fase instrumental y adaptativa del Yo el disertante aclara que fundamentalmente, el Yo, en su constitución primaria es pasional, si por ello entendemos que depende del amor y Deseo del otro para su configuración.
El narcisismo, tal como Freud lo plantea en su texto “Introducción al Narcisismo” nombra al Yo que será tomado por el sujeto como objeto de amor, es por este motivo que el Yo es una instancia en donde prevalece el desconocimiento.
El Yo que se adapta a la realidad (Yo instrumental) es subsidiario del Yo pasional, sede desde el desconocimiento.
El expositor introdujo a su vez el concepto de Ego. El Ego, nos dice, es el término que J. Lacan utiliza para nombrar la ausencia del Yo o lo que es igual a decir la pérdida del anillo imaginario, si lo planteamos en el término del nudo borromeo.
En la psicosis lo que ocurre, afirma el disertante, es que el anillo imaginario se pierde y en algunos casos el sujeto logra remediar esta falla del nudo construyendo aquello que se denomina: Sinthome.
El disertante se explayó acerca de Joyce marcando, más que nada cómo la escritura funciono para él como Ego: Sinthome que viene al lugar de reparar la pérdida del anillo imaginario.
Por último distinguió el término, Sí- mismo haciendo mención a una frase de J. Lacan: el analista no se autoriza sino de Sí- mismo y de algunos otros.
El Sí-mismo alude a algo muy diferente del Yo, afirma Vegh.
En la neurosis cuando el sujeto convoca a otro en calidad de prójimo, este último tomará la función de remediar la falta estructural al tiempo que le permitirá al sujeto reencontrarse con su propia falta.
El lugar de la falta, cuando ella está operando, es crucial en tanto permite la circulación el deseo, motor de la vida y antídoto de la pulsión de muerte.
Excelente exposición. ¡¡¡Felicitaciones!!!