Publicado en: Clarín – Opinión de: Mirta Petrollini
Lo padece de un 2% a un 6% de la población. Causa estrés y problemas de salud.
La basura excedió los límites de la casa: se amontona en la vereda, se desparrama por el techo. Los vecinos denunciaron al hombre que la habita por el olor nauseabundo que emana la vivienda situada en El Palomar y por considerarla un foco infeccioso. La municipalidad de Morón comunicó que tomará cartas en el asunto y que enviará camiones y personal para limpiar el exterior, pero que además concurrirán un médico, un psicólogo y un psiquiatra. Es que la acumulación compulsiva es un trastorno que requiere tratamiento y que, se estima, padece de un 2% a un 6% de la población.
«Las personas que padecen un trastorno de acumulación compulsiva tienen dificultad en desprenderse de los objetos que han ido encontrando a lo largo de su vida debido a que les otorgan un valor que no concuerda con el establecido en la sociedad», explica a Clarín la licenciada Mirta Petrollini, docente y supervisora de la Institución Fernando Ulloa, que no opinó del caso particular del vecino denunciado, sino de la patología.
La especialista aclara que acumular no es lo mismo que coleccionar. «El coleccionista (de estampillas, monedas, etc.) elige objetos específicos, los selecciona con esmero y los organiza o clasifica. El acumulador compulsivo, en cambio, ocupa todo su día en ellos, los deposita en cualquier lugar, bloquea pasillos, living, dormitorio, sin ningún orden pero con la creencia de que serán útiles en el futuro. Estos objetos poseen un valor al cual se apegan independientemente de cualquier razón objetiva.»
Cuando lo acumulado excede la posibilidad de ser guardado, es signo de enfermedad.
Lo patológico del trastorno de acumulación compulsiva -que está incluido en el DSM-V, el manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría- se manifiesta en la compulsión por seguir acumulando objetos y en la imposibilidad de desprenderse de ellos. Provoca estrés y problemas de salud.
«Se pueden encontrar rasgos en la adolescencia, pero es más común entre los adultos, a partir de los 30 años -apunta Petrollini-. Las consecuencias son: trastornos en la actividad laboral, problemas de salud relativos a los objetos acumulados y, aislamiento familiar y social. El acumulador compulsivo no puede desprenderse de los objetos ni tampoco regalarlos o reciclarlos. Si la familia decide tirarlos en poco tiempo vuelve a hacer lo mismo.»
La docente sostiene que el acumulador compulsivo no ve lo que le pasa como un problema, tiene una justificación para su accionar: esos objetos representan para él algo importante.
-¿Cómo se debe abordar el problema?
-Es necesario que la familia o su entorno cercano intenten que la persona realice un tratamiento donde pueda ir elaborando las dificultades que esto le acarrea. Es importante que se realice consulta médica y psiquiátrica, generalmente solicitada por los familiares, y asistir a grupos de apoyo con una problemática similar.
-¿Cuándo el «guardar cosas» se convierte en patológico?
-Toda persona guarda objetos, pero pasa a ser signo de enfermedad cuando lo acumulado excede la posibilidad de guardarlos, su posterior uso es incierto o altamente improbable, y no permite las medidas de higiene necesarias para la vida personal y social produciendo aislamiento social.
Síndrome de Diógenes
Petrollini apunta que es frecuente la confusión entre el trastorno de acumulación compulsiva y el llamado Síndrome de Diógenes. Si bien ambos tienen en común la tendencia a acumular objetos, su origen, la edad de aparición y sus causas son totalmente diferentes.
«El Síndrome de Diógenes también acumula objetos pero con un abandono extremo del cuidado personal y aislamiento social. El desinterés y la falta de voluntad son predominantes junto con la reclusión en el hogar. En relación a la causa, aún no hay consenso si está relacionado con trastornos de personalidad o es producto de patologías asociadas al envejecimiento. Puede estar asociado al trastorno obsesivo compulsivo (TOC) que se caracteriza por obsesiones y compulsiones.»